Maserati 450s

Por encargo de Tony Parravano en 1956, la fábrica de Maserati se encargó de construir un par de motores V8 de 4,2 litros que se utilizarían en las 500 Millas de Indianápolis, así como otro V8 de 4,5 litros V8 para las carreras de coches deportivos. El primero de los tres motores fue construido y luego depositado en un chasis 350s que, debido al mayor tamaño del bloque motor, tuvo que ser alargado en casi 1,6 pulgadas para acomodarlo. Sin embargo, al ponerlo a prueba, el motor más potente resultó ser demasiado para el chasis del 350s y sus frenos de serie, lo que llevó a los ingenieros a tener que modificar el chasis. de serie, lo que obligó a los ingenieros a diseñar un chasis más ligero y un transeje más eficaz. Ahora, con un chasis tubular rediseñado, equipado con una suspensión de muelles helicoidales y un eje trasero De Dion, y con una caja de cambios más potente. eje trasero De Dion, y con el potente motor V8 de 4.478L y 400 CV (capaz de alcanzar la asombrosa cifra de 181 mph), nació el magnífico 450s.

Nuestro magnum opus fue creado siguiendo muy de cerca las especificaciones de los antiguos bocetos de fábrica de Maserati, llegando incluso a utilizar los mismos tubos ovalados de la fábrica de Maserati, hasta el punto de utilizar los mismos tubos ovalados en el chasis que se utilizaban en el modelo original. Con amortiguadores Houdaille de 1957 y un eje trasero De Dion de ballestas transversales, la suspensión es tan suave y ligera como un helado de mantequilla. y ligera como el glaseado de crema de mantequilla. Nuestra creación también cuenta con frenos de tambor de aluminio de época, refundidos y con aletas, de aluminio, una carrocería de aluminio laminada a mano y con estructura espacial al estilo del chasis chasis #3501 (el primer prototipo de Fantuzzi), así como un V8 Maserati de 4.9L con Webers 4x42 DCNF, complementado con una caja de cambios de 5 velocidades totalmente de aluminio. Se han invertido muchas, muchas horas en esta pieza de arte conducible, prestando una exquisita atención a los detalles, hasta sus depósitos de aceite y combustible remachados a mano. Creemos que estará de acuerdo en que este es el mejor ejemplo del modelo más célebre y exclusivo de las carreras deportivas, el 450s Maserati.